La inflación en España se aceleró en agosto hasta el 2.6% interanual, tres décimas más que en julio, impulsada por el encarecimiento de los carburantes, en un mes en que el precio de los alimentos moderó tres décimas su subida, hasta el 10.5%.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) confirmó este martes el dato definitivo del índice de precios de consumo (IPC) de agosto, con el que suma dos meses consecutivos al alza y se interrumpe la tendencia de moderación del último año, después de que en el verano de 2022 las tasas superaran el 10%.
En la subida de los precios influyó sobre todo al transporte, debido al encarecimiento de los carburantes y lubricantes.
Respecto a los precios de los alimentos, aunque se moderaron, la tasa se mantiene por encima del 10%, un umbral del que no ha bajado desde marzo de 2022, con productos como el azúcar, que en agosto era un 42.5% más caro que un año antes o el aceite de oliva con un 52.5% de subida.
El INE también confirmó que la inflación subyacente -que no tiene en cuenta los precios de la energía y los alimentos por ser los más volátiles- se moderó hasta el 6.1%, una décima menos que en julio y tres puntos y medio por encima del IPC general.
La vicepresidente de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, destacó que “España se consolida como la economía europea con mayor crecimiento y menor inflación, lo cual beneficia a la competitividad de nuestras empresas y también el poder adquisitivo de los salarios”.
En términos mensuales, los precios subieron en agosto un 0.5% respecto a julio, también debido al encarecimiento de los carburantes, así como, en menor medida, al de los paquetes turísticos y la restauración.
Por otra parte, el índice de precios de consumo armonizado IPCA, que permite hacer comparaciones con otros países europeos, se situó en agosto en el 2.4% interanual, tres décimas por encima de la de julio. La variación mensual fue del 0.5%.