El presidente Luis Abinader explicó este domingo que el Gobierno de República Dominicana, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores (Mirex), solicitó en mayo del 2021 el cese de la construcción en Haití de un canal que desviaría aguas del río Masacre, el cual nace en territorio dominicano.
El mandatario puntualizó que esta construcción había iniciado en agosto del 2018, al tiempo de considerarla como una decisión “unilateral e ilegal”. Indicó, además, que el magnicidio de Jovenel Moise hizo que se paralizara la obra, que fue reanudada recientemente, por lo que el Estado dominicano tomó una serie de medidas que se mantendrán “hasta que haya una respuesta” de parte de los responsables de la realización del canal de riego.
Aseguró, además, que el desvío de Masacre viola de los tratados fronterizos firmados por ambas naciones, en 1929, y posteriormente revisados en 1936.
Recordó que el Tratado de Paz, Amistad y Arbitraje suscrito en 1929 establece en su artículo 10 que los ríos que nacen en el territorio de un Estado y corren por el territorio de otro, o sirven de límites entre los dos, ambas partes contratantes se comprometen a no hacer ni consentir ninguna obra susceptible de mudar la corriente de aquellas o de alterar el producto de las fuentes de las mismas.
En ese sentido, las medidas que adoptó el Gobierno de República Dominicana, de acuerdo con Abinader, buscan garantizar la seguridad, así como proteger los ríos, el medioambiente y la producción agrícola del país.
La construcción del canal en el río Masacre, en la frontera dominico-haitiana, podría afectar su cauce en la zona baja, perjudicaría alrededor de 14,000 tareas de terreno cultivable en suelo quisqueyano y 10,000 tareas en Haití, pero que benefician a más de 260 agricultores dominicanos, indicó el jefe de Estado.