¿Está su empresa preparada para una nueva era de riesgos y controversias fiscales? La gobernanza fiscal es la clave

CotubanamaTv
7 lectura mínima

A medida que las administraciones tributarias se vuelven más sofisticadas, los cambios legislativos son cada vez más frecuentes y vertiginosos, y los riesgos fiscales pueden afectar de forma considerable los negocios, es esencial que las empresas se preparen para un panorama de constantes desafíos y la clave es una adecuada gobernanza fiscal.

Las empresas, con independencia del lugar donde se encuentren, su industria o sus operaciones, necesitarán de un marco de gobernanza fiscal sólido para gestionar esta nueva era de riesgo y controversia tributaria, que está evolucionando tras una pausa en su actividad durante la pandemia de COVID-19, según refleja la Encuesta de Riesgo y Controversia Fiscal 2023 de EY.

Entre los 2.127 ejecutivos de las áreas fiscales y financieras de empresas de 74 jurisdicciones, que respondieron a la encuesta, el 84% afirma que implementar o mejorar un enfoque para la gestión del riesgo y las controversias fiscales añadirán algún valor o un valor significativo en los próximos dos años.

Sin embargo, más de seis de cada diez encuestados afirma que el liderazgo ejecutivo involucra a los equipos de impuestos sólo algunas veces, rara vez o nunca, en cambios significativos de las actividades empresariales existentes, como cambios en el modelo de negocio, nuevos productos y nuevos servicios, lo que aumenta el riesgo de una exposición fiscal inesperada para dichas actividades.

Esta situación es notable y motivo de preocupación porque los líderes fiscales de más alto nivel entre los encuestados prevén que el número y la intensidad de las auditorías aumentarán un 79% en los próximos dos años, en comparación con los dos anteriores. A pesar de ello, el 70% del mismo grupo afirma que su empresa no tiene una visibilidad completa de todos sus litigios. Esta desconexión también tiene el potencial de dificultar la respuesta a los nuevos cambios geopolíticos, económicos y de política fiscal, que están añadiendo capas sin precedentes de riesgo fiscal que deben gestionar las empresas.

Las expectativas de una mayor actividad de auditoría se ven impulsadas en gran medida por la aceleración del número de solicitudes de información, cada vez más detallada por parte de las autoridades tributarias. Aún, y cuando existan solicitudes que se realicen fuera de procedimientos de auditoría fiscal, pueden contener preguntas cuya respuesta requiere la inversión significativa de tiempo y recursos de la empresa; pero aún más importante, por inocuas que parezcan, pueden ser un presagio de futuras controversias fiscales.

Lo anterior lo confirman el 56% de los ejecutivos fiscales y financieros entrevistados que afirmaron que prevén más auditorías e inclusive más intensas en los próximos dos años, procesos cuya expectativa es que estén acompañados de una mayor cantidad de solicitudes de información, las cuales prevén requerirán información más y más detallada dada la tendencia de implementar requisitos de transparencia y divulgación cada vez mayores.

Adicionalmente, deben considerarse, por ejemplo, las múltiples obligaciones de suministro de información por parte de los contribuyentes, que contribuyen a que la autoridad tributaria disponga de suficientes datos para realizar controles cruzados. En nuestro país, podemos mencionar a modo de ejemplo, los distintos formatos de remisión de información que periódicamente deben remitir las empresas a la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), las diferentes declaraciones de impuestos y de reportes de operaciones con empresas relacionadas, y ahora, con la implementación de la facturación digital, las mismas facturas que emiten los contribuyentes servirán para crear una enorme base de datos en beneficio de esa autoridad.

Esta información podría incluso ser intercambiada entre autoridades fiscales de distintas jurisdicciones, lo que aumenta el volumen de información en poder de la administración tributaria y que puede representar un incremento en la exposición a los riesgos fiscales.

En paralelo a este panorama, una serie de acontecimientos externos también representarán nuevos riesgos para las empresas y sus obligaciones fiscales. A nivel global, los encuestados citaron una serie de preocupaciones que incluyen, por ejemplo, la inflación y la subida de los tipos de interés, que pueden afectar las operaciones de financiación entre empresas, la guerra en Ucrania, y cuestiones de sostenibilidad medioambiental, por mencionar sólo algunas de las principales.

Para navegar eficientemente en esta nueva era de riesgos y controversias, las empresas deben reforzar su actividad en tres áreas clave. Como lo mencionamos al inicio, la gobernanza fiscal es una de las áreas clave. En ese sentido, las empresas deben mejorar su estrategia definiendo políticas, funciones, controles y responsabilidades de forma clara y fácilmente comprensible, que permitan una gestión eficaz tanto del riesgo fiscal como de las controversias fiscales.

En segundo término, deben transformar su enfoque de la gestión de la información fiscal y financiera, de forma que facilite respuestas precisas y oportunas a sus obligaciones de información, al mismo tiempo que proporcionan a los equipos fiscales, información y conocimientos valiosos sobre litigios potenciales y en curso, procedimientos de mutuo acuerdo, acuerdos anticipados de precios de transferencia, entre otros.

Como tercer punto, las empresas deben buscar, en la medida en que ello resulte posible, garantizar la seguridad tributaria, buscando formas de gestionar los riesgos fiscales y aprovechar, al mismo tiempo, los recursos que ofrecen las autoridades fiscales en ese

sentido, cuando sean oportunos. Por ejemplo, a través de la suscripción de acuerdos de precios de transferencia por anticipado y solicitudes de consultas vinculantes.

Es en este contexto complejo, las empresas deben encontrar un equilibrio adecuado entre sus operaciones, sus funciones de impuesto y la adecuada identificación, manejo y resolución de los riesgos y controversias fiscales. Ahora, más que nunca, las empresas deben tener una visión clara de cómo se van a unir todas estas piezas, con el fin de lograr el cumplimiento de las obligaciones tributarias en un entorno de cambios e impulsar el valor en la organización de forma eficiente.

Link Encuesta de Riesgo y Controversia Fiscal 2023 de EY

 

Comparte este artículo
Deja un comentario