Una pequeña empresaria amiga, con 6 empleados, está impedida de darme un servicio, porque hace unos días, tres de sus empleados, osaron montarse en una motocicleta para dirigirse a sus hogares y tuvieron un accidente donde resultaron lesionados. Y lo peor de todo es que quien lo atropello siguió la marcha. Gracias a buenos samaritanos que los socorrieron, llegaron a un hospital donde fueron atendidos a tiempo. El Estado cubrirá las facturas porque no tienen seguros que responda, y tal vez nunca aparezca el responsable del atropellamiento.
Es el drama constante de nuestras calles, algo que impacta demasiado en la vida de nuestros hogares. Esos empleados, aunque no tienen salarios como lo quisiéramos, son el soporte de sus humildes hogares, y el mercado asegurador tiene respuestas, pero no son muy populares, como los seguros de desempleos y el seguro de accidente para la empresa, cubriendo no solo las lesiones a los empleados, también la indemnización a los ingresos, salarios etc.
Solo en 2021, hubo 106,777 lesionados donde más del 25% resultan con lesiones permanentes, que pasan a ser carga para sus familias pobres en su mayoría, o para el Estado con los grandes costos hospitalarios, sumándole a los casi 3 mil que murieron también de hogares pobres, que son invisibles para nuestros lideres políticos, empresariales y religiosos. Como si no le importara a nadie. Son del regimiento de pobres.
Yo pregunto, ¿porque a nuestros políticos no le importa la suerte de tantos dominicanos, si sus discursos están preñados de promesas para los humildes? ¿Porque no diseñan políticas públicas para corregir de raíz este fenómeno que cobra tantas vidas cada ano y cuesta tantos recursos a nuestros hogares e impuestos del Estado? Los accidentes de tránsito son la mayor epidemia, tanto que en un año matan más personas que los que murieron en la pandemia del COVID-19. O sea, podemos decir, que es la peor epidemia con peores secuelas.
Pero la empresa de mi amiga, como otras tantas, también sufre la consecuencia; no podrá pagar los salarios de los demás empleados, y tal vez, se vea en grandes apuros para volver a funcionar como antes. ¿Entonces porque es tan complicado que los políticos entiendan, que los accidentes de tránsito impactan negativamente a los hogares dominicanos, en una cantidad suficiente para mover la aguja de la pobreza y hundir más a las familias afectadas y reducir el presupuesto de otras necesidades?
En los eventos de una sociedad, el núcleo familiar imprime su sello, y debe ser la mayor y mejor preocupación de los lideres, y eso requiere de mucho esfuerzo y tiempo, pero tenemos una coincidencia muy importante que, si podemos intervenir de inmediato, que son las motocicletas, responsables de más del 75% de los accidentes y más del 80% de todos los crímenes, atracos y delitos menores, una razón muy poderosa para que las autoridades y toda la sociedad pongan atención a esta situación.
Con mas de 5 millones de vehículos en las calles y como 3 millones de motocicletas, no podemos seguir incrementando el caos constantemente, sin abordar responsablemente el fenómeno. Porque no solo está afectando los resultados económicos y sociales, también nos hará colapsar el turismo y otras áreas sensibles que requieren de disciplina social para su desarrollo.