El Pinocho del Bronx: marxista, ateo y fariseo

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Prefacio

El pasado sábado 8 de abril del año en curso, salió publicado en este prestigioso medio de comunicación, un artículo calzado con la firma de un conocido articulista sabatino que, por demás, es marxista, ateo, petulante, engreído, mitómano por excelencia y ahora, partiendo de lo escrito en su artículo: «Dios no es bueno», se dio a la tarea de cuestionar el accionar del Creador del universo y el dador de vida de todo cuanto existe. Pero, antes de proseguir, quiero definir los conceptos que están plasmados en el título de esta modesta opinión.

¿Por qué Pinocho? Porque es un fabulador, mitómano y que, en la vida real, al igual que el personaje de la literatura universal «Pinocho», creado por el italiano Carlo Lorenzo Felippo Giovanni Lorenzini, conocido como Carlo Collodi, este se burla y se mofa de su Creador en el citado artículo.

¿Por qué marxista? Porque, los lectores de este diario sabemos y conocemos de sus convicciones ideológicas y políticas en torno a las ideas fallidas y fracasadas durante más de un siglo, de la mente perversa del vago, alcohólico, oportunista, ludópata y vividor de Karl Heinrich Marx Pressburg.

¿Por qué ateo? Esto deriva de la condición anterior ya que, los comunistas por esencia, no creen en la existencia de un Dios. Y, por último:

¿Por qué es un fariseo? Porque es un cínico y descarado que, a través de sus escritos, finge tener una moral, unos sentimientos humanistas y una creencia religiosa de la cual carece. Por esa razón, siempre lo he catalogado como un impostor, un escritor falaz, un inverecundo, oportunista (como lo fue Marx)  un talibán de la palabra escrita y un fabulador de la historia política.

Este artículo blasfemo me ha dado la razón en torno a la falta de valores que son el marco de su figura como escritor. ¿Cuántas veces, a lo largo de sus últimas entregas, hace referencia de Dios, de los preceptos bíblicos, de emular a personajes religiosos, del amor al prójimo? Sin embargo, al mismo tiempo, con un cinismo que raya en el descaro y la desvergüenza, defiende los bombardeos con misiles de Rusia hacia la población de civiles ucranianos, que nada tienen que ver con la guerra ni forman parte de los escenarios de combates.

Antes de proseguir con mis argumentos en contra de los que este pérfido marxista ha escrito en el referido artículo, como un «simple bachiller» -como él me tildó en uno de sus kilométricos artículos llenos de falacias políticas-, me veo en la necesidad de nuevo, de resaltar varios gazapos ortográficos que no son compatible con el escritor que se jacta de llamarle a los lectores de este diario «ignorantes» y de «carecer de la capacidad de entender sus juicios críticos», por ser un «intelectual dialéctico» y «hombre de ciencia». Veamos…

Gazapos ortográficos del intelectual dialéctico

Párrafo #1:!Oh Dios! ¿que vida esta que tú.. El pronombre relativo «que» va con mayúscula por inicio de párrafo y acentuado por ser interrogativo: ¿Qué vida…

Párrafo #2: «No será que también nosotros (aquí va una coma) a los ojos de Dios o los dioses que hemos «creados» ( va en singular, no en plural): creado.

Párrafo #3: ¿o de virus, hongos… (la vocal «o» va en mayúscula por anteceder un signo de interrogación y comenzar un párrafo: ¿O de virus y bacterias que «sólo» el adjetivo solo no lleva tilde porque no hay ambigüedad en la frase. ¿»para» que crear serpientes.. La palabra «para», es con mayúscula por lo ya explicado. En la frase: «regiones frías y otras «calurosas» aquí va una coma: calurosas, exacerbadas…

Párrafo #5: «vivirás con el sudor de «tú» frente. Tu es un adjetivo posesivo de la segunda persona y, por tanto, no lleva acento porque no es un pronombre. En el párrafo #6: «ni misericordioso, ni amoroso (aquí va una coma), como nos… Yo diría (aquí va una coma), que Dios…

Párrafo #8: «como se explica la no»… La palabra «cómo» lleva tilde por ser una interrogante. Párrafo #10: «por doquier cuales»;  cuáles es un un adjetivo  interrogativo con referencia deíctica o anafórica y lleva acento. «gran maldad y poco amor (aquí va una coma) y se levantará nación… Párrafo #13: «procreó un solo hijo (aquí lleva una coma), pudiendo»… «de sacrificar a este hijo (aquí va una coma), mandándolo… Párrafo #14: «destrucción creando un hombres» (el sustantivo es singular y lo puso en plural. «incorruptibles y amigables» no cerró con el signo de interrogación con el que abrió el párrafo. Al final, en su apartado «A modo de conclusión, el «intelectual y dialéctico marxista» cometió los siguientes yerros ortográficos:

A) «visité  en mi RD». Es impropio usar siglas que solo entenderán los ciudadanos de esa nación y, por ende, debe definirse como Rep. Dominicana. Escribió «Aristocles» en vez de Aristóteles. Menciona a «Spínola» y dado que él se refiere a filósofos que dudaban de la existencia de Dios, es obvio que se refiere a Benedicto de Spinoza, filósofo neerlandés, del cual hacía referencia Albert Einstein, cuando se refería al «Dios de Spinoza». Escribió Descarte cuando es Descartes y Santo Tomas de Aquino, cuando debió escribir Tomás con acento.

Pedro y su alter ego: El Pinocho del Bronx.

En su blasfemia escrita «Dios no es bueno», aquí podemos percibir a simple lectura que, el Pinocho del Bronx, se convirtió con sumo placer y complacencia, en ser el alter ego de su moribundo amigo Pedro, el cual, al estar sufriendo un quebranto de salud propio en la naturaleza del hombre, arremetió de manera desmesurada, irrespetuosa, alevosa e indigna, en contra de Dios al culparlo de su quebranto particular.

No conforme con ello, criticó hasta la misma creación de todo cuanto hizo Dios, cuestionándolo por «crear animales malos, los desastres de la naturaleza, el «dolor de todo lo femenino al parir, las variantes de la naturaleza y sus climas y hasta la sentencia bíblica de que «ganarás el pan con el sudor de tu frente». Más adelante, su moribundo amigo Pedro, continuó su arremetida insolente en contra del Creador del universo y de la vida misma.

Por eso, en su acometida malévola y resentida, puso en duda la misericordia de Dios, su infinita bondad y su amor hacia los seres humanos creados por Él, al extremo de llamar a Dios (cito): «un sicópata y despiadado» que «se goza con el sufrimiento ajeno, por crear las enfermedades, las plagas, las pestes, el hambre y todas las cosas que acarrean sufrimientos». (cierro cita). Debo confesar que, en todo el tiempo que vivo leyendo diversos tópicos, nunca me había topado con una lectura tan burda e irreverente en contra de Dios, como la que emanó del tal Pedro y que, su cachanchán ideológico, El Pinocho del Bronx, se explayó de manera coludida a publicar este resabio de su amigo moribundo en contra del Hacedor.

Mi respuesta a las injurias de Pedro:

Ya Pedro no podrá leerme. Pero, de seguro, con ese arrebato que tuvo en contra de la Gloria de Dios y su cuestionamiento a su obra, dudo mucho que goce de su presencia. Donde si estará, sin dudas, a la hora del juicio, será en el averno, pues como dicen las Sagradas Escrituras en Mateo 10:33: «Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos» Obviamente, y tal como dice el refrán: «Tan ladrón es el que roba como el que aguante el saco». En este caso, será el mismo destino del Pinocho del Bronx, -sitial que lo tiene ganado desde hace tiempo por ateo, cínico y fariseo- por servir de vocero al blasfemo de su amigo Pedro.

Pero, debo aclarar que, no pretendo parecerme un pastor religioso, ni nada por el estilo, sino más bien, refutar las interrogantes y cuestionamientos que se les hacen a Dios, los cuales, obviamente, son por carecer los mismos de una sustentación sólida, cuando las respuestas a tantas inquietudes abundan en las Sagradas Escrituras. En esta ocasión, Pedro, el amigo del Pinocho del Bronx, se convirtió, sin darse cuenta, en el profeta Habacuc, cuando le preguntó a Dios… «¿Por qué me obligas a ver tanta violencia e injusticia por todas partes? Por todas partes solo veo pleitos y peleas; por todas partes veo solo violencia y destrucción. (Habacuc 1:3).

Siendo honesto, debemos decir que Dios odia mucho más que cualquier humano tanto la maldad como el sufrimiento que esta causa (Isaías 55:8-9) Entonces, ¿por qué abundan en el mundo? Hay que decir, que Jehová nunca causa nada malo. La Biblia así lo dice en (Job 34:10): «! Lejos sea del Dios verdadero, el obra inicuamente (o con maldad) y del Todopoderoso el obrar injustamente».

Muchas personas se preguntan cada vez que ocurre una desgracia, muere un ser humano o hay un conflicto donde impera la muerte y la destrucción: ¿Por qué Dios permite tantos sufrimientos? Dios tenía un propósito para la Tierra: habitarla de seres humanos que fueran felices y buena salud. Es por ello que les dijo a la primera pareja creada: «Sean fructíferos y multiplíquense; llenen la tierra y sométanla» (Génesis 1:28). Y fue más allá y dijo: «Los justos mismos poseerán la tierra, y residirán para siempre en ella» (Salmo 37-29). Obviamente, esa promesa aún no se ha cumplido. Los humanos se enferman y mueren; es más, luchan y se matan unos a otros.

¿Qué pasó?. ¿Por qué no se ha cumplido el propósito del Hacedor? No trates de buscar la respuesta en los escritos de los grandes historiadores como lo fueron Heródoto, Tucídides, Tito Livio o Alfonso X El Sabio. Será inútil porque en ellos  no encontrarás la respuesta a tus interrogantes, ya que, la génesis del problema comenzó en los cielos cuando Adam y Eva desobedecieron a Dios y se entregaron a las manos de Lucifer. En otras palabras: El Dios todopoderoso no es el gobernante de este mundo, quien realmente lo es, es Satanás.

Pero, esto no lo afirmo yo de manera unilateral, sino que está contenido en las Sagradas Escrituras, cuando dice: «El mundo entero yace en el poder del inicuo, el Diablo» (1 Juan 5-19). No cabe duda que eso lo explica todo.

Hay que resaltar, que Dios al crear a su máxima representación como lo es el hombre en la tierra, le dio el libre albedrío para que, por sí mismo, decidiera si quiere estar en el lado bueno o en el malo. Por esa razón, tanto el difunto Pedro como su amigo ideológico El Pinocho del Bronx, decidieron seguir y creerles a políticos ateos como Fidel Castro Ruz, Ernesto Guevara de la Serna, «El Che», Lev Davídovich Bronstein (Trostki), Antonio Gramsci Marcias, Karl Heinrich Marx Pressburg y Vladimir IIyich Ulyanov Blank, «Lenin».

Epílogo

Al concluir este modesto aporte de opinión, voy a hacerlo, recreando un diálogo entre mi persona (Arturo Morató), y un ateo, agnóstico, nihilista y escéptico al cual llamaré Juan Pérez.

​__ Juan Pérez: No quiero saber nada, no me creo ningún argumento que me puedas dar de Dios y necesito que usted me presente a Jesús.

__ Arturo Morató:  Voy a hacer el siguiente raciocinio: Vamos a decir que tú no crees en nada, que tú no crees en Dios, que no hay salvación, que no existe el cielo, que no hay vida eterna después de la muerte. Pero, yo sí creo. Entonces, vamos a hacer una apuesta a modo de ilustración y te digo que tú tienes razón.

__ cuando concluyan los tiempos, descubrimos que no había Dios, no había tierra nueva, no había cielo y no había nada. Tú tenías razón Juan Pérez y yo estaba equivocado en mis creencias y no había nada. Entonces te pregunto: ¿Qué perdí yo? Nada, porque nada existe.

__ Pero Juan Pérez, vamos a hacer de cuenta que yo sí tenía razón. Concluyen los tiempos, y resulta que hay Dios, y por ende, hay salvación, existe el cielo, hay tierra y vida nueva y hay vida eterna. ¿Qué perdiste tú? Lo perdiste todo. Entonces, te digo Juan Pérez, hasta por lógica es mejor creer en Dios.

Datos de soporte:  https://almomento.net/dios-no-es-bueno-opinión/

jpm-am

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